La señora nos dijo que agarráramos nuestras cosas para tomar un colectivo que iría hacia Morón. Ni mitad de camino hicimos, que cuando lo notó todos bajaban del transporte a causa de que un túnel estorbaba el paso, iriamos a paso de hombre hasta llegar al final para no ser atrapados por esa gran bestia. Mi corazón palpitaba como nadie, mi manos ya no sudaban sino temblaban pidiendo un poco de seguridad, ¿quien podría darmela?
Mientras caminamos por el túnel sólo escuchamos gritos de desesperación y encima para nuestra mala suerte nos topamos con un cerramiento, un sellado de cemento que no nos dejaba pasar. Volvimos, algunos querian quedarse pero yo no lo haría ni tampoco dejaria a mis amigas ahi. Retomar el viaje fue peligroso ya que uno se dirigía a lo que tanto odiaba. Cumplimos la palabra, el agua todavía no habia llegado pero si observabas mejor de lejos la veias venir. Segura, capaz, sin importarle que se llevaría tu vida en sus brazos, sin importarle que habia destruido tu corazón con toda la gente que había matado. Listo, sólo nos quedaba agarrarnos de las manos diciendo que conocernos fue lo más hermoso que nos hubiera pasado pero aún mejor, morir juntas sin soltarnos las manos.
 Y ahí me desperté, mitad mal mitad feliz;
todo había sido un sueño...
todo había sido un sueño...
2 comentarios:
Como jode cuando comés el amago de que es algo real y después te despertás y te sentís un pelotudo, me pasa siempre.
Como jode cuando comés el amago de que es algo real y después te despertás y te sentís un pelotudo, me pasa siempre.
Publicar un comentario