Lei me decia mandá a todos a cagarrrrrrrrrrr (con la R tan pronunciada), todos me decian que hablara (todos tenian razón pero ya estaba cansada de escuchar siempre lo mismo), Mati me decia que esperara un toque, que no me calentara y que pensara en frío, y otros mil quinientos y un que se preocuparon por mi (gracias a los que estuvieron con un abrazo o ya sea una palabra,me sirvió muchísimo) me decian que tenia que dejar de llorar, que no lo hiciera (pero Dani! ella si me decía que llorara todo lo que sea necesario , bien a lo Moria).
Fueron días dificiles, parece que cumplir años siempre resulta compliqueti. Nosé porque razón éste tipo de cosas suelen hacerse presentes por estas fechas y ayer encima! era cuatro, gente. Caí en eso cuando me lo dijo una amiga a las diez de la noche, IN CRE I BLE. Odio el cuatro. Es como si un año más fuera un peso más en esa mochila de hierro molesta que hay que aprender a llevar porque si la soltás las dificultades no se superan y dije que un problema no se soluciona si es que no le ponemos un cacho de utopía. Pero ni eso queria; ya las fuerzas no me alcanzaban, ya la vida me parecia pesada y molesta. JAMÁS EN TODA MI VIDA me habia sentido así, si te cuento que pensé en irme de casa y agarrar mis cosas y estar un poquito más lejos que la mierda, por allá por donde nadie me viera y las lágrimas formaran un río de tristezas. Pero hubo alguien o algo (que todavia nocomprendo como fue que llegó) que me dijo que no cometiera imprudencias, que pensara todo dos, buscara una solución, imaginara como estaria la gente que me quiere si es que cometia semejante locura; persona que no cruzaba ni de casualidad hace cinco años ya apareció en ESE momento. Quedé pasmada.